El garboso joven de ochenta y cinco años, Deportivo Independiente Medellín, nació hacia finales de 1.913 para hacer realidad el sueño de practicar el fútbol de manera organizada. Su principal gestor fue don Alberto Uribe Piedrahita quien acompañado por los mejores elementos de la sociedad de Medellín de entonces, hicieron realidad un viejo sueño. Los Tenientes Enrique Cubillos, Lorenzo García y Roberto Echavarría, Manuel Santamaría, Carlos, Juan y Germán Gómez Q, José Luis Restrepo, Martín y Hernando del Corral, Gustavo Correa, Alberto Lince, Jesús Echeverry D., José Restrepo V, Guillermo Greiffenstein, Enrique Villa R., integraron también aquel equipo que con el paso del tiempo tuvo en sus filas otros personajes de la vida política y social de Antioquia. Los baldíos y pastizales ubicados en lo que hoy es el centro de Medellín sirvieron como primeras canchas para el desarrollo de su fútbol y de la afición mediante desafíos con otros equipos que también empezaban una historia similar. El primer torneo que ganó el Medellín fue la “Copa Jiménez Jaramillo” en 1.923, luego, por su organización el Medellín fue base de las representaciones antioqueñas a Olimpíadas y Campeonatos Nacionales, obteniendo su más resonante éxito al ganar el Campeonato nacional de 1.938.
1948
En la reunión que sirvió de base para la creación de la Dimayor y el Campeonato Profesional de Fútbol en nuestro país, don Federico Khan llevó la representación del Medellín. El cuadro rojo de la Montaña ocupó en el primer Campeonato, el puesto 7 con 17 puntos a 10 del Santa Fe, Campeón del 48. Ese Medellín todavía contaba en su plantilla con viejos pioneros del fútbol antioqueño tales como Alberto “General” Villa, Manuel “Carrunga” Londoño, José “Mico” Zapata y Hernando Restrepo “Placeres”.
1949
Comenzó a formarse en 1.949 con la llegada de los jugadores peruanos, pero fue en 1.950 cuando alcanzó a brillar con todo su esplendor al conformarse el plantel con 12 futbolistas incas de primer categoría, algunos de ellos triunfadores en el fútbol argentino como “Tito” Drago y “Titina” Castillo. La Danza del Sol, en pleno “Dorado” fue un equipo sensacional, la más brillante expresión del fútbol peruano en el exterior en toda su historia, solamente comparable con el glorioso Seleccionado Nacional que intervino en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1.936 y el “Rodillo Negro” del Deportivo Cali en 1.949. Superado apenas por el Campeón Deportes Caldas, Millonarios y Deportivo Cali, el Medellín fue temido por la clase de sus jugadores y la calidad del fútbol practicado. Fascinante como una danza ritual inca, gloriosa como la danza del sol.
1955
Pese a la crisis económica que sacó al Medellín del fútbol profesional en los años 1.953 y 54, sus directivos no se resignaron a la ausencia y prepararon el retorno para 1.955. Lo hicieron a lo grande : contrataron al paraguayo Delfín Benítez Cáceres como Director Técnico, quien a su vez recomendó la contratación de quien más tarde sería el ídolo máximo de la fanaticada roja : José Manuel Moreno. Pero no sólo fue “El Charro”, también contrataron a Efraín “Caimán” Sánchez, Pedro Roque Retamozo, René Seghini, Felipe Marino, Carlos Arango y otros rutilantes astros. Consecuencia : fútbol espectáculo, goles, triunfos. Campeón indiscutido. Ese primer título es algo inolvidable para la historia del Medellín y de Antioquia entera ; la recompensa a todos los esfuerzos hechos por rescatar al glorioso Medellín del olvido. Un premio a la constancia de la fanaticada que nunca se cansó de vitorear a su cuadro en todos los estadios de Colombia. Y finalmente, la retribución a los jugadores por el mejor fútbol expuesto en las canchas colombianas desde la finalización del Dorado.
1957
La reaparición del Medellín en 1.955 y la obtención del título, en gran medida significó el renacimiento del fervor futbolístico en el país, que lentamente se encaminaba a superar el trauma de la brusca terminación del Dorado. Con muy buen criterio Medellín conservó la base de jugadores de las dos temporadas anteriores, eso permitió la armonía dentro del campo y la compenetración entre sus líneas. Medellín fue un cuadro de juego atildado y punzante en la definición donde destacaron José Vicente Grecco, goleador del campeonato y Jaime “Manco” Gutiérrez, segundo en la tabla general. José Manuel Moreno había comenzado como Director Técnico, solicita una licencia que oportunamente le fue concedida y toma el equipo René Seghini quién a final consigue el tan anhelado segundo título. Los rojos de la Montaña a pesar de su título ganado en franca lid proporcionarían una gran sorpresa al anunciar que no presentarían equipo para el campeonato de 1.958. Entonces, lo que debió ser motivo de regocijo se convirtió nuevamente en frustración y gran tristeza.
1960
Tres hechos capitales ocurrieron en la vida del Medellín : el gran protagonismo y un excelente tercer lugar en 1.964 ; el Subcampeonato de 1.966 y como consecuencia, la participación en la Copa Libertadores de América en 1.967. En el 64, hasta cerca del final sobrevivieron las esperanzas de llegar al tercer título de la historia ; sin embargo, un leve declinar en el rendimiento propició caer al tercer puesto después de haber estado al comando con Millonarios, cuando su invicto y su rendimiento lo mostraban con gran solidez en busca de la estrella.
El Partido del recuerdo En una campaña de tal magnitud hubo varios partidos inolvidables, pero por el hondo significado que tuvo, la goleada 6-1 a Millonarios en el Atanasio Girardot el Domingo 5 de Octubre, es imborrable. Con ese resultado, Medellín ascendió al segundo lugar con 44 puntos contra los 46 de Millonarios que no obstante ese descalabro, fue el Campeón.
Por Primera vez en la Copa Libertadores Con una espectacular levantada desde el octavo puesto, donde estuvo ubicado a 9 puntos de Santa Fe a comienzos de la tercera vuelta, Medellín se coronó subcampeón en final de película. Durante el año las diferencias fueron estables en contra de los rojos de la Montaña y todos creían que los rivales del puntero Santa Fe, eran Pereira, Millonarios, Once Caldas y el Deportivo Cali. Ascendió al segundo lugar en la fecha 43, Domingo 30 de octubre al derrotar en Cali al América 1-2, convirtiéndose de paso en la gran amenaza para los bogotanos. El cabeza a cabeza duro hasta la fecha final. Santa Fe ganó y el Medellín vencido sólo por tres puntos clasificó para la Copa Libertadores de América, en la más convincente demostración de pundonor y clase que sus integrantes hubiesen realizado hasta ese momento. Medellín se destacó por su brillante juego colectivo pero debe hacerse mención especial de la capacidad goleadora demostrada en la últimas por el delantero Nelson Cabezas, calidad y jerarquía de Omar Orestes Corbatta, la clase de “Cuca” Aceros y la capacidad de quite de Mario Agudelo.
1975
El resultado final de la década fue insólito, casi frustrante, porque los esfuerzos de los directivos no tuvieron la correspondencia que merecían en el tablero de posiciones. Pocas veces se luchó con tanto ahinco por acertar en las contrataciones en los años setenta. Y no fueron sólo jugadores de relieve los vinculados, Técnicos y Preparadores Físicos de amplio recorrido internacional, llegaron a sus toldas con el fin de ayudar a conquistar esa anhelada y esquiva tercera estrella. En 1.970 en un plantel donde figuraron el portero Osvaldo Ayala, Enrique Fernández, Juan Carlos Justich, Juan Carlos Carotti, Pedro Prospitti y un buen número de jugadores colombianos, se llegó al cuarto puesto. El elevado costo de esa nómina generó problemas económicos agobiantes, por eso y cuando la desaparición era inminente, Barrancabermeja, la Ciudad Petrolera de Colombia, solicitó cesión temporal de la ficha para tener así representación en el Campeonato Profesional de Colombia.
El Oro Negro Por considerar que es parte diferente a esta historia, nos interesa la mención del transplante realizado con los barranqueños pues, El Deportivo Independiente Medellín desaparece durante 1.971 y en su lugar llega el Oro Negro, otra entidad jurídica distinta.
El Retorno Apenas un año duro la ausencia. Se creía que un grupo integrado, entre otros por Ediberto Luis Righi, Hugo gallego, Juan Carlos Lallana, Ponciano Castro, Alberto De Luca, Byron Hernández y Alvaro Santamaría, se obtendrían frutos de calidad ; no fue así y la espera siguió dilatándose. Apenas esporádicas figuraciones ocurrieron en esta desconcertante década de los años setenta. La mejor ocurrió en 1.975 cuando bajo la dirección del famosísimo Juan José Pizzuti, el Medellín clasificó para el Hexagonal final. La lucha por esa clasificación tuvo como marco el drama de la espera hasta el último momento en plena cancha de Pereira, por la dependencia de resultados en otras plazas del país. Por infortunio, en el Hexagonal no se logró refrendar el buen trabajo realizado y rápidamente, Medellín salió eliminado.
Mundialistas Peruanos Aprovechando en buen momento del fútbol del Perú, Campeón de América 1.975 y su clasificación para el Mundial de Argentina en 1.978 se contrataron los Mundialistas José Velásquez y Hugo Sotil pero los objetivos no se consiguieron. Las satisfacciones que no se pudieron obtener con la pléyade de futbolistas extranjeros se consiguieron con la aparición de nuevos jugadores colombianos : Ponciano Castro, Nolberto Molina, Alvaro Santamaría, Jorge “La rata” Gallego y Bernardo Aristizábal, que unidos a otros de algunas experiencias de la década anterior, tales como Javier Tamayo, Armando “la Coneja” Acosta y José Zárate, fueron figuras de relieve en el fútbol colombiano.
1980
Fue realmente inolvidable. Siete clasificaciones para hexagonales u Octogonales - según modalidad del campeonato -, seis de ellas en forma consecutiva y un excelente tercer lugar en 1.984, después de América y Millonarios. En 1.985 y 1.986, al terminar ganador de los Torneos Apertura, por coincidencia, disputó contra el Atlético Junior los Títulos de esos eventos y las bonificaciones correspondientes. En ambas ocasiones fue derrotado por el conjunto barranquillero.
Entre las muchísimas cosas positivas conseguidas en esa década maravillosa, puede referirse que el Medellín brindó la oportunidad de jugar en primera división a futbolistas que poco después se convertirían en figuras estelares de nuestro fútbol : Luis Carlos Perea, Leonel Alvarez, Gildardo Gómez, Hernán Darío y Gabriel Jaime Gómez, Oscar Pareja y Carlos Castro. Además, casi todos los Técnicos en la década del ochenta fueron antiguos jugadores rojos, algunos de ellos novatos que comenzaron sus carreras al asumir los cargos en el DIM. Tales los casos de Jorge Olmedo y Julio Avelino Comesaña, iniciadores de las clasificaciones, en 1.982 y 1.983, respectivamente. Notables jugadores extranjeros pasaron por sus filas : Los Mundialistas Carlos Aguilera, uruguayo, Juan Carlos Letelier, chileno, el paraguayo Alfredo “Coco” Mendoza y los peruanos Jorge Olaechea, Eduardo Malásquez y Franco Navarro. Héctor Ramón Sossa en 1.985 se consagró goleador del campeonato y a la vez, último integrante del cuadro rojo de la Montaña en obtener ese título. Quizás la más sorprende de las campañas fue la realizada en 1.989 bajo la dirección de Jaime Rodríguez. Las dificultades económicas habían obligado a prescindir de figuras costosas y como era obvio, no había mucha confianza en el desempeño del Medellín que inclusive, por algunas fechas ocupó el primer puesto del campeonato.
Por curiosidad anotamos dos paradojas en la década de los ochenta : la Dimayor rindió homenaje al fallecido presidente del Medellín, Héctor Meza Gómez, denominando el evento con su nombre, pero la actuación del equipo fue muy pobre aunque posteriormente se rehabilitó y clasificó para el Octogonal de 1.987 ; La segunda tiene que ver con lo económico. A pesar de las excelentes actuaciones en casi todos los torneos, vivió en constantes y apremiantes deficits que amargaron su continuidad.
1990
Despues del Trama, la Esperanza Al Libertador Simón Bolívar lo llamaron “El hombre de las dificultades” y para establecer un símil, este glorioso Deportivo Independiente Medellìn, puede ser catalogado como el equipo de los máximos sufrimientos. Sin embargo, lo más valioso para destacar es que en medio de las grandes crisis siempre han aparecido los hombres que arriesgando capital y su tranquilidad, dieron todo por salvarlo de la ruina, y lo consiguieron. Han sido tantos los tragos amargos, pero tantos, tan valiosos y denotados los esfuerzos de sus dirigentes por sostenerlo, que sin lugar a dudas el Medellín, se convirtió en la mejor escuela de dirigentes del Fútbol Colombiano.
El Invicto: Marca sin superar Fueron 17 fechas en las cuales el Medellín estuvo sin batir. Un rival de amplia trayectoria en nuestro país, el Deportivo Cali, quebró la racha y un poco, la confianza del equipo en sus posibilidades.
Han pasado 8 años y esa marca de 17 juegos sin perder sigue imbatible, pero conseguirlo es uno de sus próximos objetivos.
Lo Futbolistico La década no fue absolutamente mala en resultados pues en el comienzo hubo actuaciones muy valiosas, generadas por jugadores quizás menos ilustres que los de otras épocas, pero siempre imbuidos del espíritu luchador que ha distinguido la institución. En 1.991 y 1.992 se clasificó para el Octogonal aunque los resultados definitivos no le favorecieron. En la década aparecieron en filas hombres que calaron hondo en el sentimiento de la fanaticada : Luis Barbat y el “Pibe” Valderrama fueron insignias en la cruzada por conseguir los mejores resultados. Quizás el recuerdo mayor, terrible en su momento pero hoy, una anécdota singular, es del diciembre de 1.993 cuando por algunos minutos se estuvo en la antesala de la gloria y el título fue la tercera estrella en el escudo del Medellín. Fue el instante alucinante de no saber donde está la dicha o donde se encuentra el infortunio, o si las lágrimas de emoción o pena tienen el mismo sabor y el mismo contenido. Por fortuna, el pasado es pasado, lo malo ha quedado atrás superado por la fe de una fanaticada que no sabe de renuncias o de deslealtad y por unos dirigentes que le muestran a un país como se lucha por lo que se ama, porque Medellín es un sentimiento que vive permanentemente a flor de piel.
2002
Llegó Reynaldo Rueda. Las cosas no empezaron bien, de los 10 partidos que dirigió Rueda de ganaron 3, se empataron 3 y se perdieron 4. Su último partido lo dirigió frente a Santa Fe (0-0) dejando el equipo en la casilla trece de la tabla. Lo reemplazo Víctor Luna quién debutó con Once Caldas (2-2) en la ciudad de Medellín en la fecha once del torneo. Asciende del trece hasta el tercer puesto de la tabla en una notable reacción. Le Correspondió el cuadrangular “A” con Cali, Bucaramanga y Tolima. Cayó con Bucaramanga en la primera fecha, en el minuto 48’ del segundo tiempo, en un resultado a todas luces injusto. Empato en la segunda jornada con Tolima (1-1) en la capital de la montaña, vence al Deportivo Cali (0-1) en el partido más importante de la serie con un golazo desde 35 metros de Tressor Moreno, en la revancha empatan en Medellín (1-1) y sendos triunfos frente a Bucaramanga (1-0) y Tolima (1-3) le dieron el paso a la final. En el primer juego de la final contra Deportivo Pasto (2-0) no se jugó bien, pero sobraron ganas. Pasto no se encerró y afortunadamente el gol de Medellín llegó rápido y cambio todo. El partido lo aseguró el poderoso mediante un autogolazo de Julio César Valencia a los 20 minutos del segundo tiempo. En el partido de revancha se logró la victoria mediante un golazo de Mauricio Molina de tiro libre a los 28’ y de Walter Escobar a los 57’. Un grupo de jóvenes con promedio de 23 años, que hacía tres años trabajan juntos lograron la tercera estrella para el poderoso. Justo premio para un equipo que los últimos años había hecho las cosas bien, tercero en 1.999, segundo en 2001 y primero en 2002. Además jugará la Copa Libertadores por tercera vez.
2004
Continúa al frente del equipo Jaime Rodríguez quien permanece invicto en las cuatro primeras fechas del torneo con dos victorias y dos empates, pero en las 4 fechas siguientes no vuelve a ganar y la Junta Directiva resuelve entregarle el equipo a Pedro Sarmiento en la novena fecha debutando con una derrota en el clásico frente a Nacional (0-2). El equipo tiene una notable reacción a partir de la décima fecha obtiene 6 victorias, un empate y dos derrotas para terminar en la sexta posición y conseguir la clasificación a la serie semifinal. Le corresponde el Grupo B con Once Caldas, Cali y Chicó. Golea a Once Caldas en Medellín (4-0) y al Deportivo Cali en el Pascual Guerrero (0-3), pierde los dos partidos con el supuesto más débil del Grupo: Chico, en Medellín (1-2) y en Bogotá (3-2), le gana luego al Once Caldas en Manizales (0-2) y empata con el Cali (3-3) en el minuto final con gol de César Valoyes en el Atanasio Girardot para clasificarse angustiosamente a la gran final del campeonato. El cuadro rojo ganó el primer partido por 2 (J.H.Serna, R. Castillo) a 1 (E. Perea) a su rival de patio. En el segundo igualaron a 0 goles lo que confirmaba el título del poderoso.